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Bonitas a la vez que útiles (para cortar y para servir), las tablas de madera necesitan que las cuides para lucir perfectas. Te damos todos los trucos para hacerlo

La utilizas a diario. Es testigo de cómo troceas las verduras o los tomates, la carne, la fruta, el pan... Es tus fiel compañera en la cocina y la quieres tanto que incluso la has empleado alguna vez –o muchas– para llevar la comida a la mesa, ¿verdad?

Y como te gusta tanto, quieres que se conserve siempre como el primer día. Normal. Te vamos a dar 15 trucos para que tu tablas de madera luzca perfecta durante mucho tiempo, aunque te avisamos: las marcas de los cuchillos son inevitables.

Así que si quieres utilizar también la tabla de madera para llevar la comida a la mesa, el consejo es que tengas al menos dos: una reservada para servir y otra para cortar en la cocina. Si quieres renovarla o comprar una nueva, no te pierdas nuestro artículo sobre Las mejores tablas de madera para servir y cortar como un chef.

Empezaremos diciéndote cómo debes limpiar correctamente una tabla de madera, luego te daremos consejos de mantenimiento para que dure más tiempo en perfecto estado y terminaremos con unos trucos para eliminar las manchas. Empezamos.

La mayoría de tablas de madera no admiten lavado en el lavavajillas. Además, las más grandes ni siquiera caben. Así que toca limpiarlas a mano, y con cuidado.

Lo mejor para limpiar tus tablas de madera es lavarlas con detergente o jabón para platos, con un estropajo suave, y agua tibia.

Si quieres, antes de lavarla puedes aplicarle un desinfectante apto para utilizar en la cocina , para eliminar cualquier bacteria. Si quieres una opción 100% natural, utiliza desinfectantes naturales como el vinagre, el limón o el bicarbonato.

Si quedan restos de jabón sobre la madera, podría dañarla. Enjuaga bien la tabla con agua fría y por ambos lados, insistiendo en los recovecos o huecos.

Después de enjuagarla y eliminar todo el jabón, déjala escurrir en vertical sobre un paño de cocina y sécala bien antes de guardarla. Intenta evitar dejarla en el escurridor o sobre una bayeta absorbente, porque ambos acumulan agua y la zona de la tabla que está en contacto con ellos siempre estará húmeda y no se secará.

Hazlo después de cada uso, y dale preferencia antes que a los platos o las copas. Los restos de comida pueden mancharla o impregnarla de olores que, con el paso de las horas, cuestan más de eliminar.

La humedad es la archienemiga de la madera. Podría pudrirla o provocar que proliferen bacterias como el moho. Por el mismo motivo, tampoco es una gran idea dejarla en remojo. Si tiene manchas, mira más abajo cómo puedes eliminarlas.

Evita los golpes y caídas y mantenla alejada de las fuentes de calor, como el horno y el lavavajillas.

En el interior de un cajón o un armario podría acumular humedad. Muchas tablas incluyen asas, orificios o cuerdas para colgarlas, y son muy decorativas. Si no quieres colgarlas, apoyadas sobre la encimera de la cocina también quedan muy bonitas.

Frota la tabla con aceite vegetal de vez en cuando. Muchos fabricantes lo aconsejan: tratar cada cierto tiempo (una vez al mes o cada dos meses, según el uso que le des) con aceite vegetal para devolver a la madera toda su belleza y a la vez protegerla.

Tienes dos opciones. Frotar directamente la tabla con medio limón o rociarla con zumo de limón. En ambos casos deberás esperar unos 15-30 minutos para que haga efecto. Luego, lávala normalmente.

¿Has cortado queso? ¿Pescado? ¿Cebolla? Seguramente la tabla se ha impregnado de los olores de los alimentos y no se marchan solo con lavarla con agua y jabón. Antes de lavarla, entonces, frótala con un paño humedecido en vinagre blanco y déjalo actuar durante un cuarto de hora. El ácido acético del vinagre es desinfectante, así que también estarás eliminando cualquier posible bacteria.

Sí, porque actúa como un abrasivo que penetra en la madera y elimina las manchas que pueda tener. Vierte un puñado de sal gorda sobre la tabla y frota fuerte con un estropajo. Espera 30 minutos y luego lava la tabla con agua y jabón.

El bicarbonato es un producto todoterreno de la limpieza. Limpia y desinfecta. Haz una pasta con bicarbonato y agua (o zumo de limón) y extiéndela sobre la tabla de madera. Deja actuar media hora y luego lava con agua y jabón.

Si has probado los trucos anteriores y aún así tu tabla sigue estando manchada, te queda la opción de la lejía. Vierte un chorrito sobre la tabla, espárcela bien por toda la superficie y deja que actúe durante 15 minutos. Luego, lávala muy bien con agua y jabón. Otra opción, pero solo es adecuada para tablas de madera maciza y de gran grosor, es lijar la superficie.

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