Elden Ring nos hará enfrentarnos a una buena cantidad de jefes a lo largo de su historia. Uno de ellos es Astel, Innato del Vacío, un jefe opcional al que nos encontraremos en el Lago de la Putrefacción.

Lo primero que debemos saber de Astel es que hasta que te acerques, lanzará un rayo direccional que debes rodar para esquivar. Lo verás venir porque se carga un instante con un brillo o bola de energía. Es fácil de evitar si te lanzas en una voltereta, no te preocupes. Después, también a media distancia, verás que alza la cola: va a estamparla contra el suelo. Si falla, lo hará una segunda vez, así que ojo al balanceo de la punta en forma de maza.

Cuando estés cerca, debes fijarte en los distintos brillos que anticipan cada ataque: si alza una garra en diagonal, va a hacer un ataque de barrido y dejará una estela que explotará unos instantes después. Si se alza como para dejarse caer, lo que va a hacer es un ataque gravitacional, en onda y dos fases. Si ves que aparecen bolas de energía en sus garras, huye, es una variante del ataque gravitacional en varias fases y alcances. Si lo que brilla son las pinzas, debes esquivarlo a un lado: si te alcanza con ellas, morirás al instante. Si ves que brila un punto sobre él, apártate, va a teletransportarse y te hará daño si estás cerca, o bien a crear un campo de gravedad y estamparte contra el suelo. También puede, simplemente, intentar morderte con las pinzas. No hay mucho margen de maniobra, pero es fácil de evitar.

Al margen de todo esto, tiene un ataque que solamente usará una vez: cuando le quede algo menos del 50% de vida, se teleportará y, del borde del escenario, caerán meteoritos. Son fáciles de esquivar, pero con dos que te alcancen, palmarás. Por suerte, únicamente lo hará una vez en todo el combate.

Con todo esto en mente, ten muy claro que en nuestro caso, con un personaje con alta defensa y 30 puntos de Vigor, nos mata en dos impactos (como mucho). Es decir, es muy, muy poderoso. Sin embargo, es curiosamente fácil de derrotar si te acercas, siempre que no te alejes de la cabeza. Si además usas cenizas de invocación, será un combate a suerte o muerte, pero más sencillo de lo que parece.