Las panaderías asturianas, asfixiadas: «Si los precios continúan así no podremos mantenernos»

2022-08-13 14:48:16 By : Ms. ding na

A la crisis económica derivada de la pandemia, se le suma la crisis derivada por la guerra en Ucrania. La subida de la luz, de las materias primas y otros factores, se han aliado para hacer la vida un poco más difícil al sector de las panaderías. Situación que pone en jaque a muchos de estos negocios que, incluso, se han planteado el cierre total debido al encarecimiento que supone continuar con las puertas abiertas.

Con la llegada de la pandemia, uno de sus principales clientes, el sector hostelero, tuvo que echar el cierre en diversos periodos y eso provocó que su actividad se viese mermada. Ahora, otros factores como la subida del precio de la luz, han terminado de rematar a un gremio ya muy machacado. «Se nos junta el hambre con las ganas de comer. Estábamos adaptándonos a la subida de la luz tras la pandemia y ahora nos viene todo esto. Son malos momentos y vemos el futuro bastante complicado porque no sabemos cuándo va a terminar», afirma Ángel Luque, presidente de la Asociación de Panaderos y Pasteleros de Asturias.

En el último mes, con el estallido de la guerra entre Ucrania y Rusia, las materias primas para ellos también se han ido encareciendo. «Estamos teniendo unas subidas de gastos que ronda el 25%. El precio del trigo se nos ha multiplicado al doble y hay muchos materiales que están escaseando», cuenta Luque. Esto ha complicado que su producción continúe al mismo ritmo. «Somos un sector que vamos a tener que reinventarnos. No podemos permitirnos mantener el mismo ritmo de producción si los precios continúan así porque no podremos mantenernos», dice Luque.

«La subida de precios nos afecta por todos los lados y nos vamos ver obligados a tomar medidas, como la subida de nuestros pecios. Hay gente que lo entenderá y otra que no», comenta el presidente de la asociación de panaderos. Una posición les dificultara, más si cabe, competir con las grandes industrias que abaratan las barras de pan.

En este aspecto, son otros muchos los que han visto cómo su clientela ha disminuido, ya sea por un descenso en el consumo de este producto o por la transición de esta hacia las grandes superficies. Con todos estos frentes abiertos, desde la Asociación de Panaderos y Pasteleros de Asturias tienen claro que hay un porcentaje importante de negocios que están en riesgo alto de apagar el horno para siempre. Ángel Luque estima que cerca del 15%, y subirá más, de las panaderías en Asturias podrían cerrar. El presidente de la asociación llega incluso más allá. «El que tiene una panadería pequeña, que tiene controlado cuántas barras puede llegar a vender al día, y el que tiene un negocio más grande, que trabaja con hostelería, aunque vea encarecida su producción, tienen un futuro más seguro. El problema viene principalmente para aquellos pequeños negocios que, además de vender en el local, trabajan en concejos vecinos, porque no solo son los gastos de producción, sino también de desplazamiento. Producir el pan, desplazarte cinco kilómetros por una barra de pan de menos de un euro, no es rentable con los precios que tiene la gasolina ahora mismo», detalla.

«El que tenía una panadería tenía una garantía de jubilación, y ahora sin embargo no. Es un sector muy mermado con todo lo que está pasando», lamenta Luque. De seguir así, las panaderías en las que se realiza el proceso completo, -elaboración, horneado y venta-, tendrán los días contados en el Principado, según señala la patronal del sector.

Por otro lado, Javier Camblor, responsable de la panadería Camblor, en Gijón, en la que lleva toda una vida, se encuentra «muy preocupado» por toda esta situación: «No salimos de una y nos estamos metiendo en otra peor. Los panaderos estamos asustados porque no sabemos cómo afrontar todos los gastos. A nosotros la subida nos está golpeando por todos los lados».

«El precio del trigo es una completa locura. El incremento del precio es de un 20 % y seguirá subiendo», explica. A ello se suma el coste que tiene ahora encender hornos, neveras y transportar los productos. «Es imposible mantenerse así. En la empresa tenemos veinte empleados y necesitamos poder mantenerlo», dice.

Camblor insiste en que las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania a ellos les está afectando por partida doble: «Por un lado, está la subida del precio de la energía. Nosotros usamos el gasoil, gas y electricidad. Por otro lado, debido a la guerra va a llegar un momento en el que no tengamos suministros». Una situación que les dificulta aún más su trabajo: «Ya veníamos de una situación complicada esto todavía la dificulta más».

 A finales del año pasado, como indica Camblor, buen número de las panaderías artesanales ya subieron los precios del pan. No les quedaba más remedio porque los costes se habían disparado. Era la única forma de salvar sus negocios. «Como todo en la vida hay gente que lo acepto y otra que no, pero es lo que había. Pensábamos que la cosa iba a quedarse así, pero nadie contaba entonces con que la situación empeorase radicalmente», explica. «En todos los años que llevo trabajando en la panadería, nunca había vivido una situación así de complicada y dura.  Los precios son desorbitados, y parece ser que van a seguir subiendo. Debemos hacer algo ya, porque tenemos empleados y hay que pagarles, como a los proveedores», apunta Camblor.

 «Estamos estudiando soluciones. El que quiera entenderlas que lo haga y el que no que siga igual. Es posible que repercuta en las ventas, pero es que si no lo hago el negocio es inviable», indica Javier que ya ha visto como esta nueva crisis está afectado al bolsillo de todos: «Hay medidas que son arriesgadas porque esta situación nos está afectado a todos. Hay gente que viene al negocio y ya le cuesta pagar…es duro», sentencia.

© EDICIONES PERIÓDICAS DEL NOROESTE, S.L.U. Camino de la Llosa 14, La Fresneda, 33429 Siero (Asturias) Inscrita en el Registro Mercantil de Asturias en el Tomo 4055, Folio 225, Hoja nº AS-45.949. CIF: B-52.512.464.