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Del 11 al 18 de mayo, el precio del trigo se incrementó 2,6 por ciento a US$/ton. 556,5. El mayor precio se explicó por temores de escasez mundial debido a las restricciones impuestas por el gobierno indio a las exportaciones de trigo, en medio de una ola de calor que afecta los cultivos de ese país y por el mal estado de los trigos de invierno y el retraso de la siembra de trigo de primavera en Estados Unidos.

"Quisiera cerrar el negocio porque ya es preocupante. Es bien difícil mantenerlo, la renta del local es alta, felizmente hemos negociado con la propietaria, por eso nos mantenemos, sino hace rato hubiéramos quebrado, pero no perdemos la esperanza de reflotar. Vamos a esperar este año, si no funciona obviamente tendremos que cerrar", confiesa Antonio Ostos, propietario de una panadería en el distrito limeño de Jesús María.

El alza de los precios de la harina, la manteca, la luz y el plástico hizo que 600 panaderías cierren el último año; es decir, 50 quebraron cada mes, porque, como Antonio Ostos, continuar se volvió insostenible. Ahora, en todo el Perú funcionan 16,000 panaderías según la Asociación Peruana de Empresarios de la Panadería y Pastelería (Aspan).

La producción de un kilo de pan cuesta entre S/7.5 a S/8, al público se vende a S/8.7 para no afectar la economía familiar; sin embargo, esto no permite conseguir ganancias, teniendo en cuenta que los insumos continúan incrementándose, refiere Pío Pantoja, presidente de Aspan.

“La harina costaba a S/85, ahora está a S/ 180, la manteca estaba a S/55, ahora está en S/120. Todo el incremento fue de un año. También subió la electricidad en un 25%, el aceite en un 100%, el azúcar subió en 150%, el alquiler del local y a eso subirle los envases que se compran para cumplir con los protocolos sanitarios”, refirió.

Desde el 1 de mayo, el gobierno aprobó la exoneración del IGV del pan, para el vocero esto “es una burla” pues el mismo día también se incrementó la remuneración mínima vital, el petróleo y la luz, por lo que la medida no ha generado impacto positivo en ellos.

Una pieza de pan debe pesar 40 gramos, pero ante el alza de los precios, los panaderos lo redujeron a 20 gr. Y en otras regiones como Huánuco, se encontró de 16 gr. Reducir el peso, involucra menos ingredientes, menos gasto para el panadero, pero menos valor nutritivo para el público.

Por ello, se impulsa el uso de cereales andinos en la producción y reemplazar hasta el 30% de la harina de trigo por un sucedáneo (harina de papa, de camote, quinua, etc.), esto permitirá usar menos harina de trigo, pero darle más valor nutritivo al pan.

Pío Pantoja asegura que el gobierno central liderado por el presidente Pedro Castillo no les está brindando el apoyo que necesitan. “Para el uso de sucedáneos, conversamos con el ministro de Agricultura y Producción, pero no se preocupan por promocionar este cambio”, refirió.

Incluso propusieron la creación del “Bono pan” que consta de una tarjeta para comprar este insumo que se entregue a las familias más pobres, y evitar que gasten el dinero en efectivo que subvenciona el gobierno, comprando productos como licores o cigarros.

“La población llevaría esta tarjeta a las panaderías formales que cuenten con un POS y de esta manera conseguir el pan, los negocios tendrían que darle una boleta como comprobante”, dijo.

La propuesta fue llevada a los ministerios de Economía, Producción, incluso al presidente de la República, pero no consiguen más respuesta. “El presidente de Conveagro se reunió con Pedro Castillo en diciembre del año pasado y la autoridad le prometió solucionar el tema de los fertilizantes, pero hasta ahora no lo hizo, entonces con quien vamos a conversar”, precisó.

Mientras tanto las familias tienen que consumir menos pan en el desayuno o buscar establecimientos donde los vendan más baratos así tenga menos peso, pues atrás quedaron los años en lo que conseguían 8 piezas por S/1.