Recetas de cocina fáciles y caserasTarta Pavlova

La tarta Pavlova es una tarta de aspecto rústico y delicada al paladar, de la que puedes comerte fácilmente dos raciones y querer todavía repetir. Una combinación de sabores muy acertada, con el crujiente del merengue, la cremosidad de la nata montada y el frescor que le aportan los frutos rojos.

Para montar la tarta, os aconsejo hacerlo justo en el momento en el que la vayáis a servir. De esta manera, no se ablandará y quedará perfecta de textura. Podéis tener la base de merengue lista desde el día anterior, sin problema, guardada en un recipiente hermético. Así, antes de servirla, solo tendréis que montar la nata y decorarla en el último momento. Si sobrara tarta, que no lo creo, habría que conservarla en la nevera.

Para la base de merengue:

Ponemos los 100 gramos de clara de huevo en un bol y las montamos a velocidad media. Debemos asegurarnos de que el bol no tenga restos de grasa para que las claras se monten correctamente. Precalentamos el horno a 100 ºC con calor arriba y abajo.

Cuando las claras comiencen a espumar, añadimos los 165 gramos de azúcar blanco y seguimos batiendo a velocidad media.

Sin dejar de batir, añadimos los 10 gramos de harina de maíz y, justo a continuación, los 5 gramos de vinagre de manzana.

Montamos hasta obtener un merengue firme y brillante.

Vertemos el merengue sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Podemos ayudarnos de una espátula de silicona para así rebañar todo el merengue que tengamos en el bol.

Damos forma redondeada al merengue y lo aplanamos ligeramente. No importa que queden picos, o no quede perfectamente redonda. Horneamos durante 1 hora aproximadamente, hasta que el merengue esté totalmente seco por el exterior.

Una vez horneado, dejamos enfriar por completo antes de decorar.

Ponemos los 400 gramos de nata para montar junto con los 50 gramos de azúcar glas en un bol y montamos a velocidad media.

Montamos hasta tener una nata bien firme.

Ponemos la nata sobre la base de merengue justo en el momento de servir.

Decoramos la tarta con los 200 gramos de frutos rojos que hayamos elegido, y ya tenemos nuestra tarta Pavlova lista para sacar a la mesa y disfrutar.

Me enamoré de la pastelería y, desde entonces, la cocina se ha convertido en mi lugar favorito. Si desaparezco, me encontrarás allí. Sí, entre cucharillas de medir, batidoras, harina, azúcar, chocolate y amor. Por cierto, siempre llevo postre.